domingo, enero 29, 2006

CyberGabo


En una entrevista publicada por La Vanguardia y reproducida por Clarín, Gabriel García Márquez destierra de un plumazo la mentada resistencia de los escritores a las nuevas tecnologías:

"El primer ordenador que salió al mercado lo debí de usar yo ?presume?. (...) Tengo varios equipos exactamente iguales, uno aquí, uno en Bogotá y otro en Barcelona, y llevo siempre un disquete en el bolsillo".

Un disquete. En 2006. Bueno, bueno. Ahora sí.

viernes, enero 06, 2006

In-joke oculto en Los lemmings y otros, de Fabián Casas

Siguiendo con Fabián Casas, me gustaría compartir aquí una pequeña broma literaria y futbolística incluida en su último libro, Los lemmings y otros (Santiago Arcos Editor, 2005).

Es sabido que los escritores suelen ocultar en sus relatos homenajes o ajustes de cuentas dirigidos a personas reales. Una de las técnicas más evidentes para lograr este propósito es introducir fugazmente a personas reales en pasajes de ficción o bien denominar a personajes imaginarios con nombres de personas que sí existen.

Un ejemplo obvio para cualquier lector de Los lemmings... es el cuento Asterix, el encargado (dedicado, por cierto, a Ale Lingenti, uno de los correctores del volumen), en cuya introducción aparece referido Rodolfo Fogwill ("un publicista aficionado a la literatura").

Más oscura es la elección de nombres para los imaginarios jugadores de San Lorenzo que figuran en el cuento El relator: "Robledo, Casak, Graña, Corsini, Igal, el Peque..." Lo gracioso en este caso es que los citados por Casas no son escritores ni académicos de renombre, sino la base histórica -con algún que otro agregado- de periodistas de la redacción de Terra Argentina, que Lingenti y yo armamos hace casi seis años.

No sé si Casas sabrá que Franco Robledo (quien, incidentalmente, vive en el mismo edificio de la calle Maza, en Almagro, donde pasé parte de mi infancia) verdaderamente fue, antes de dedicarse al periodismo y de quedar consagrado como futbolista de fantasía en este cuento, jugador en las inferiores de Ferro.

domingo, enero 01, 2006

El otro yo de la Bestia Salvaje


Tras el retrato que Fabián Casas (un buen amigo, pese a lo cuervo) publicó recientemente de otro buen amigo en un blog amigo, escribí alguna matización allí que republico aquí por pura consistencia editorial:

Yo también conozco a la Bestia Salvaje. Por suerte, es algo más que esta estampa navideña de Mr. Hyde que brinda Fabián (acertada, imagino). Su mejor amigo va a misa cada domingo. Él, en tanto, corre todos los días por el parque del Retiro. Se alimenta con tuppers preparados por su madre y una vez cada quince días pasa por casa a ver al Barça y tomarse una copita de pacharán. Es un tipo encantador, solo que cuando uno viaja es otro.