domingo, enero 31, 2010

Mi noche con J.D.
























En el invierno de 1990-1991, mientras viajaba penosamente por el invierno europeo, medio muerto de hambre y frío, robé un libro de una finca en la Toscana, de madrugada, al final de una fiesta a la cual llegué a través de amigos de amigos de la propietaria. No sé por qué lo hice. Necesitaba muchas cosas en ese momento (fundamentalmente abrigo y dinero) pero no había libros entre ellas. Me consuelo pensando que uno a veces hace cosas que en el momento parecen perfectamente razonables pero que, cuando se revisan a la distancia, se revelan como si fueran obra de un desconocido.

El libro no tenía nada especial, como no fuera algo de nobleza que exhalaba su aspecto antiguo. Bueno, no tan antiguo, pero casi cuarenta años me parecían entonces una eternidad. No tenía idea de quién era el autor ni entendí el significado del título la primera vez que lo leí. No estaba escrito en italiano, sino en inglés, una lengua que yo no dominaba, más bien lo contrario. Tapas duras, cubierta de tela pegada, letras doradas en portada y en las páginas esas letras primorosas con serifs en las que se adivina la presión de los tipos sobre el papel, distibuidas en líneas perfectamente justificadas. No era de apariencia imponente, pero brillaría entre mis ediciones Bruguera de tapa blanda a un peso. Cabía en el bolsillo de un abrigo, y esa modestia me facilitó el hurto. A la hora en que cometí mi crimen casi todos los asistentes a la fiesta estaban borrachos y desayunaban pasta.

Ese invierno también robé otras cosas, todas más urgentes, pero no he vuelto a robar libros. No creo en en la mano del Destino escribiendo casualidades ni creo que un libro pueda cambiarte la vida, pero ese libro cambió mi manera de ver la vida. Se llama The Catcher in the Rye y su autor, J.D. Salinger, ha muerto esta semana. Yo no lo sabía entonces, pero diez años antes Mark David Chapman llevaba encima un ejemplar como ese el día en que mató a John Lennon. Tampoco sabía que hasta los años setenta fue uno de los libros más censurados en los Estados Unidos, ni que desde el primer día de su publicación fue también de los más leídos y admirados. En ese tiempo sin wikipedias, yo había robado un libro cualquiera que después de leerlo se convirtió en un libro único.

Supongo que tarde o temprano habría llegado a la obra de Salinger por procedimientos que habrían pesado menos en mi conciencia, pero me cuesta arrepentirme. Ahora no estoy en el bando de los que roban, sino en el de los que temen ser robados, pero sigo pensando de Salinger, como millones de sus lectores, lo que el protagonista de The Catcher in the Rye, Holden Caulfield, pensaba de sus autores favoritos:

"What really knocks me out is a book that, when you're all done reading it, you wish the author that wrote it was a terrific friend of yours and you could call him up on the phone whenever you felt like it."


Curiosamente, después de escribir esta línea, Salinger pasó más de medio siglo intentando dejar claro a todo el mundo que él no quería ser el amigo de nadie. Su muerte le da definitivamente la razón y nos deja a solas con nuestros deseos sin sentido.


jueves, diciembre 03, 2009

Manifiesto: En defensa de los derechos fundamentales en Internet

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que…

1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

Este manifiesto, elaborado de forma conjunta por varios autores, es de todos y de ninguno. Si quieres sumarte a él, difúndelo por Internet.

martes, septiembre 08, 2009

El secreto de las grandes marcas globales

Es garantizar a sus clientes que lo que les ofrecen tendrá exactamente las mismas características, sin importar el lugar del planeta donde el consumidor se encuentre. Por ejemplo, una Coca-Cola debe saber exactamente igual sea cual sea el país donde se sirva. Un producto de Apple será disparatadamente caro, lo compres donde lo compres. Y una hamburguesa de McDonald's siempre, siempre, SIEMPRE estará helada.

miércoles, mayo 13, 2009

Por qué a Google no termina de gustarle la web semántica

Leyendo en el camino al trabajo la noticia del lanzamiento de una nueva funcionalidad experimental por parte de Google (los "rich snippets"), que suponen un tímido paso de esta empresa en el territorio de fantaciencia conocido como "web semántica", me pregunto por qué Google muestra tan poca inclinación por este concepto, y mientras aprieto el paso para no llegar tarde se me ocurre una hipótesis que, a riesgo de ser impreciso, vuelco aquí sin más edición: porque lo ve como una amenaza.

Una web semántica (para evitar largas digresiones y debates sobre qué es/será y qué no es/será la web semántica, si es que es/será algo, remito aquí y aquí) sería una web hecha de páginas capaces de describir con mucha más precisión que hoy la información que contienen. Sería una web, en consecuencia, más fácil de organizar. Finalmente, una web menos caótica, donde el servicio de Google no dejaría de tener sentido, pero podría no ser taaan imprescindible como es hoy. Claro, seguiría existiendo la necesidad de servicios que relacionen las búsquedas de los usuarios con los contenidos disponibles, y que lo hagan estableciendo con certeza la relevancia de las respuestas. Pero una parte muy importante del valor que ofrece Google en cada búsqueda -esto es, determinar de qué "habla" cada página web, sin lo cual no es piosible dar el paso siguiente, que es decidir si tiene relación con lo que el usuario busca- ya no dependería un secreto industrial.

El valor añadido de un motor de búsqueda quedaría limitado a varios de sus aspectos actuales: establecer con claridad qué busca el usuario, determinar la relevancia de los resultados frente a la búsqueda y presentar adecuadamente esos resultados (con ubicuidad, usabilidad y rapidez). La magia del PageRank no sería tan mágica, porque una parte clave de los datos necesarios para encontrar lo que uno busca no estarían enterrados en el algoritmo propietario de un monopolio de hecho, sino en el código que acompaña a cada pieza de contenido. Buscar y encontrar requiere mucho más que entender de qué habla cada pagina, pero un cambio es un cambio y los que dominan una situación, por mucho que les guste presentarse como innovadores, en el fondo de su conciencia no disfrutan de los cambios, especialmente aquellos que no pueden controlar.

miércoles, enero 07, 2009

¡Post exportado a Cuba!

Para mi sorpresa, hoy me contactó David Chapet, de Bloggers Cuba, pidiendo permiso para reproducir el breve post que publiqué anoche en este blog trazando un paralelo entre Steve Jobs y Fidel Castro. Ahora mismo está en portada de ese sitio...


...y ya ha cosechado su primera crítica de un usuario, que tacha el texto de "superficial"; algo indiscutible, aunque sigo creyendo que la comparación es válida, interesante e incluso desarrollable, con más tiempo, hasta un punto en el cual no sería tan fácil tildarla de superficial. La referencia que hice en el post a los comentarios públicos sobre la salud de ambos personajes están desprovistas de toda mala intención. Solo llamo la atención sobre el hecho de que en contextos muy diferentes algunas instituciones desarrollan una extrema dependencia de cierto tipo de liderazgo. 

martes, enero 06, 2009

Apple y Cuba: vidas paralelas


Steve Jobs es a Apple lo que Fidel Castro es a Cuba. Los dos han abandonado recientemente los actos públicos, y los comentarios sobre la salud de uno y otro hacen temblar a sus respectivas instituciones, que se sospechan incapaces de sobrevivirlos. Si Jobs hasta tiene su propio Ernesto Che Guevara en Steve Woz Wozniak.

Si Bill Gates se hubiera dado cuenta a tiempo, Microsoft (que en este paralelo es... adivinen) tendría que haber decretado un buen bloqueo contra la revolución Mac hace años. Y la historia de la informática de consumo masivo sería otra.

Las prioridades del traductor de Google

Curioso: Google es capaz de traducir textos en letón, un idioma hablado por 1,5 millón de personas. Pero no hace lo mismo con el turco, que es la lengua de más de 80 millones.

Dicho esto: ¿cómo conseguir información fiable en inglés o en español sobre Ersin Korkut, que está en el top 20 de personas públicas reales con más fans en Facebook?

sábado, enero 03, 2009

Leyendo

-El espejismo de Dios, de Richard Dawkins
-2666, de Roberto Bolaño
-Un hombre en la oscuridad, de Paul Auster
-Note-books, de Samuel Butler
-Pregúntale al Polvo, de John Fante

Leído recientemente

-Matadero Cinco, de Kurt Vonnegut
-The Curious Case of Benjamin Button, por F. Scott Fitzgerald

jueves, enero 01, 2009

Martin Amis, al Matadero



Por casualidad he leído casi al mismo tiempo dos libros muy relacionados entre sí: Time's Arrow (1991), de Martin Amis, y Matadero Cinco (1969), de Kurt Vonnegut, en ese orden. Ambos son grandes libros. Con historias, personajes y técnicas narrativas muy diferentes, exponen intensamente el horror de la guerra en general y de la Segunda Guerra Mundial en particular. Pero estoy indignado por el mezquino reconocimiento que Amis hace de su deuda creativa con Vonnegut.

El epílogo firmado por Amis en su libro reconoce, entre numerosas influencias, "a certain paragraph --a famous one-- by Kurt Vonegut".

Cito a Amis en inglés y a Vonnegut en español porque en esos respectivos idiomas he leído la obra de cada uno. El fragmento de Matadero Cinco, bien dice Amis, es famoso, pero es bastante más largo que un párrafo:

"Billy miró el reloj que había sobre la cocina de gas. Tenía que matar el tiempo durante una hora antes de que llegara el platillo. Se fue a la salita balanceando la botella como si fuera una campana, se sentó en una butaca y puso en marcha el televisor. Entonces, tras haberse aislado ligeramente del tiempo, vio la última película, primero al revés, de fin a principio, y luego otra vez en sentido normal. Era una película sobre la actuación de los bombarderos americanos durante la Segunda Guerra Mundial y sobre los valientes hombres que los tripulaban. Vista hacia atrás la historia era así:

Aviones americanos llenos de agujeros, de hombres heridos y de cadáveres, despegaban de espaldas en un aeródromo de Inglaterra. Al sobrevolar Francia se encontraban con aviones alemanes de combate que volaban hacia atrás, aspirando balas y trozos de metralla de algunos aviones y dotaciones. Lo mismo se repitió con algunos aviones americanos destrozados en tierra, que alzaron el vuelo hacia atrás y se unieron a la formación.

La formación volaba de espaldas hacia una ciudad alemana que era presa de las llamas. Cuando llegaron, los bombarderos abrieron sus portillones y merced a un milagroso magnetismo redujeron el fuego, concentrándolo en unos cilindros de acero que aspiraron hasta hacerlos entrar en sus entrañas. Los containers fueron almacenados con todo cuidado en hileras. Pero allí abajo, los alemanes también tenían sus propios inventos milagrosos, consistentes en largos tubos de acero que utilizaron para succionar más balas y trozos de metralla de los aviones y de sus tripulantes. Pero todavía quedaban algunos heridos americanos, y algunos de los aviones estaban en mal estado. A pesar de ello, al sobrevolar Francia aparecieron nuevos aviones alemanes que solucionaron el conflicto. Y todo el mundo estuvo de nuevo sano y salvo.

Cuando los bombarderos volvieron a sus bases, los cilindros de acero fueron sacados de sus estuches y devueltos en barcos a los Estados Unidos de América. Allí las fábricas funcionaban de día y de noche extrayendo el peligroso contenido de los recipientes. Lo conmovedor de la escena era que el trabajo lo realizaban, en su mayor parte, mujeres. Los minerales peligrosos eran enviados a especialistas que se encontraban en regiones lejanas. Su tarea consistía en enterrarlos y esconderlos bien para que así no volvieran a hacer daño a nadie.

Los pilotos americanos mudaron sus uniformes para convertirse en muchachos que asistían a las escuelas superiores. Y Hitler se transformó en niño, según dedujo Billy Pilgrim. En la película no estaba. Porque Billy extrapolaba. Y se imaginó que todos se volvían niños, que toda la humanidad, sin excepción, conspiraba biológicamente para producir dos criaturas perfectas llamadas Adán y Eva.
"

La premisa literaria de hacer que un personaje viva en sentido cronologico inverso no tiene copyright, claro. Ponerse a citar los antecedentes en la literatura moderna es tedioso. Por ejemplo, aunque cita muchos nombres y obras, es curioso que alguien tan ilustrado como Amis se deje fuera de la lista The Curious Case of Benjamin Button, el cuento que F. Scott Fitzgerald publicó en 1921 y que David Fincher acaba de adaptar al cine. Pero en estas líneas de Vonnegut está contenido no solo el dispositivo narrativo sino el preciso contexto histórico que Amis, en un tremendo ejercicio de destreza literaria, extendió hasta convertirlo en una novela de 165 páginas.

La vaga mención que Amis reserva a Vonnegut es un ninguneo culposo. La relación es tan evidente que la cantidad de fuentes que reconoce el autor británico en su libro, entre las cuales hay obras de carácter histórico y científico, termina por lucir como una maniobra de distracción.

miércoles, diciembre 17, 2008

Nace una nueva leyenda urbana: ¡Apple no gasta en publicidad!





Apple anunció ayer que dejará de participar en la feria dedicada precisamente a presentar los productos de la propia compañía. La información merece su análisis, pero no puedo evitar una digresión: lo que más me llama la atención es la introducción que ElPais.com ha publicado hoy para presentar el tema:

"Apple es una de las pocas multinacionales que se puede permitir el lujo de no gastarse un euro en publicidad. Genera tal expectación entre los consumidores y la prensa que siempre ha presumido de no necesitar anuncios para darse a conocer."

¿Cómo puede colarse semejante disparate en un medio que presume de hacer "periodismo de calidad"? Apple tiene un presupuesto de 468 millones de dólares en 2008 para campañas publicitarias. Es una compañía recordada y celebrada precisamente por lo contrario: por su uso intenso y creativo de la publicidad para dar a conocer sus productos y diferenciarse de sus competidores. Muchos de sus slogans y anuncios se han convertido en clásicos de la comunicación comercial. Digo los que se me vienen a la cabeza, de memoria, sin repetir y sin soplar: 1984 (frecuentemente recordado como "el mejor anuncio en la historia de la publicidad televisiva"), Think Different (en respuesta al "Think" de IBM), Get a Mac, las siluetas negras con iPods (con las cuales Apple hizo una prominente campaña en las calles de España hace un par de años). Hasta hay una entrada dedicada en la versión en inglés de la Wikipedia a la relación de Apple con la publicidad.

Se suele decir que estos deslices ocurren porque con la crisis los medios no tienen recursos de control editorial suficientes. Yo creo que aun así, teniendo internet al alcance de los dedos, no lleva más de 30 segundos comprobar si la frase que a uno se le ha ocurrido, por muy bonita y tentadora que suene para un público al cual hay que "explicarle los temas difíciles", es algo verificable o una leyenda urbana.

domingo, noviembre 23, 2008

El Kincón olvidado


Le falta una pieza a esta movida (por cierto, bastante aburrida) lanzada en las últimas semanas por una agencia de publicidad española para hacer que el término "kincón", supuestamente inventado por ellos a partir de la castellanización del nombre del personaje King Kong. Le falta un dato: el término "kincón" no es nuevo ni lo inventó Vitruvio-Leo Burnett.

Kincón es el título de un texto publicado por el escritor argentino Miguel Briante (1944-1995), primero como cuento en 1964 y luego como novela en 1975. No digo que los periodistas españoles que cubren el tema tengan que saberlo, pero antes de repetir como cotorras la nota de prensa que les extendió la agencia y afirmar con tanta autoridad la novedad del asunto podrían haberse molestado en hacer una búsqueda del término en Google y referir el tema en sus crónicas. Pensémoslo la próxima vez que en nombre de nuestra profesión digamos que somos necesarios para garantizar que haya información con calidad en la era de internet.

viernes, noviembre 21, 2008

El hombre que quiso ser CEO

Jerry Yang perdió su puesto de CEO de Yahoo! siete años antes de renunciar a él. No se puede ser visionario y complacer a la muchedumbre. La sabiduría colectiva sostiene que todos los negocios son iguales, y que cualquier persona que sepa hacer negocios los hará con la misma eficiencia en cualquier sector.

En abril de 2001, Yang cedió a la presión de los que sostenían que él era un visionario pero no un hombre de negocios, y contrató un hombre de negocios para gestionar su empresa. Terry Semel, de 58 años, que a duras penas sabía chequear su mail, hizo lo que todos esperaban: ordenó números, redujo productos, puso foco. Nada que requiera de manera imprescindible el puesto de responsable máximo de la empresa. La muchedumbre aplaudió. Al mismo tiempo, Semel ignoró las tendencias que se convertirían en los negocios de mañana, ninguneó a las personas que dentro de la corporación eran capaces de desarrollar las tecnologías necesarias para seguir esas tendencias y dejó pasar la oportunidad de adquirir compañías que podrían haber ayudado a Yahoo! a reconvertirse para el futuro: Doubleclick, YouTube, Blogger. Incluso la propia Google, que a Semel le pareció muy cara. formado en Hollywood, Semel ni siquiera fue capaz de poner al cine en la estrategia y cerrar acuerdos con los grandes estudios. ¿Qué podía esperarse de alguien que "solo sabe de negocios" y que, por usar una expresión que gusta al propio Yang para expresar su pasión por Yahoo!, no tiene "sangre púrpura" en las venas?

En 2007, cuando el deterioro de la imagen pública de Yahoo! en el mundo empresarial era evidente, la misma muchedumbre que aplaudió la llegada de Semel exigió su renuncia. Para entonces, el único negocio sólido que había desarrollado Semel en Yahoo era el propio. Durante sus seis años de gestión ganó 500 millones de dólares.

Hoy está claro que la mayoría de los inversores de Yahoo! tampoco tienen sangre púrpura. Cabreados porque Yang no quiso, no pudo o no supo vender la compañía hace unos meses, están bombardeando el precio de la acción, probando que no estaban interesados en la creación de valor a largo plazo. Así, han convertido a Yahoo! en otra prueba de la codicia autodestructiva de la clase financiera internacional. Ahora resulta que la segunda potencia de internet, sólidamente posicionada en China y líder mundial en áreas claves como publicidad gráfica, correo electrónico y mensajería instantánea, es un montón de basura, un barco a la deriva que nadie quiere conducir y que vale menos que Facebook.

Pecado que esto ocurra cuando Yang intentaba abrir la tecnología de su compañía. Iniciativas como Fire Eagle, Yahoo! Pipes, BOSS y SearchMonkey quedan como pruebas de lo que podría ocurrir si la estrategia de la compañía no hubiera estado dictada durante los últimos años -desde dentro y desde fuera- por una turba de golfistas tecnófobos jubilados.

Coincido con el post de Saul Hansell en el New York Times.
Yang ha intentado durante el último año recuperar su rol, pero el trabajo de visionario es duro y solitario. No es condición suficiente pero sí imprescindible para tener éxito en un sector tan impredecible como internet. Hay que ir contra la corriente y no dejarse llevar por el canto de la muchedumbre. No vale ser visionario de a ratos.

lunes, octubre 06, 2008

El lenguaje es un virus


Confirmando que la impresión declarada en este blog de que la redacción editorial es un lenguaje de programación de alto nivel, se comienza a observar que los rumores periodísticos, cuando son desplegados en internet, adquieren patrones característicos del desarrollo de virus de software. No hay más que mirar el recorrido que la semana pasada tuvo el hoax sobre un supuesto infarto que habría afectado a Steve Jobs. Burroughs tenía algo de razón: el lenguaje es un virus, pero informático, y no viene del espacio exterior.

viernes, septiembre 26, 2008

¿Programadores periodistas?

Siempre me gustó pensar que la redacción periodística es un software scripting language de altísimo nivel. Ojo que alto nivel en este contexto significa lo contrario de lo que la mayoría de nosotros podría pensar. Esta gente de Medill (Northwestern University) dice lo contrario, que de todos modos es algo parecido:

"Programming is becoming a bona fide sub-discipline of journalism".
--Adrian Holovaty, Everyblock.com


Por eso han lanzado este máster para formar a programadores de software como periodistas. El concepto detrás de esta iniciativa es que la comunicación social en internet está tan condicionada por las posibilidades que ofrece la tecnología que, dicho a lo bruto, un auténtico profesional de los medios debe dominar ambos campos (¿y, en caso de duda, mejor el segundo que el primero?). No es fácil formar en (¿)ciencias(?) blandas a un ingeniero. Pero enseñar a programar a un periodista parece peor aún.

martes, septiembre 23, 2008

Ojo con las traducciones literales

En inglés, el correo electrónico debería ser una discussion tool, no una argument tool. En castellano, es exactamente al revés: mejor usarlo para argumentar y no para discutir.

miércoles, septiembre 03, 2008

Libros leídos, agosto 2008

-High Performance Websites, de Steven Souders.

Libros leídos, agosto 2008

-High Performance Websites, de Steven Souders.

Chrome Day


Es un poco largo, pero merece la pena leerlo. Empieza como un relato de ciencia ficción, pero en la segunda parte vira al terror. Da miedo lo que esta gente es capaz de hacer por nuestro bien.

Google Chrome
By the Google Chrome team, comics adaptation by Scott McCloud

sábado, agosto 30, 2008

El profeta bromista


Pocos héroes de la era internet conocieron cotas tan altas y tan bajas de popularidad como Marc Andreessen, el fundador de Netscape. El único caso similar que se me viene a la cabeza es el de Steve Jobs, echado primero de su propia compañía y luego recuperado como un mesías. Pero la verdad es que no creo que Apple sea realmente una compañía de internet, sino una empresa de la era de las computadoras personales que ha sabido colarse inteligentemente en la fiesta de la redes públicas.

Lo que quería decir es que en mi opinión Andreessen es, a segunda vista, uno de los tipos más listos y brillantes de esta era. Netscape no habrá triunfado en términos comerciales, pero su impacto social (e incluso el económico que supuso en otras empresas) es abrumador. Pero también es un ganador de los negocios. Cuando la mayoría de los pioneros de internet se hundían en sus naves, Marc creó LoudCloud, una de las primeras compañías en proveer infraestructura a terceros para soportar servicios y aplicaciones (lo que con el tiempo los publicistas llamarían ASP y, más tarde, cloud computing). En 2002 vendió parte de LouCloud a EDS y en 2007 le colocó el resto, bajo el nombre de Opsware, a HP por 1.600 millones de dólares en efectivo. En 2004, cuando empezaba la era de las redes sociales, Marc se puso un paso adelante del resto con Ning, una plataforma para que los usuarios creen directamente sus propias redes sociales. Además de todo esto, Andreessen es un blogger consumado, aunque de producción intermitente.

Todo esto nos lleva a "lo que queríamos explicar", como dirían Les Luthiers. En un artículo de ayer en el New York Times sobre la celebrada beta de Internet Explorer 8, se cita una frase que Marc Andreessen dijo hace 10 años. Transcribo:

"El navegador, dijo, podría 'reducir Windows a un conjunto de drivers pobremente programados'. Traducción: el sistema operativo será relegado a ser simplemente las cañerías (de la computadora), mientras que todas las acciones de usuarios y desarrolladores se harían a través del navegador, montado sobre el sistema operativo. En 1998, en el banquillo de los testigos, durante el proceso federal por monopolio contra Microsoft, el director general de Netscape, Jim Barksdale, trató de restar importancia a la declaración de Andreessen, considerándola como 'la broma poco seria de un muchacho'." Diez años más tarde, la broma se ha convertido en una profecía cumplida. Grande, Marc. En internet, como dice Apo sobre el fútbol, hay revancha.